El expresidente Mauricio Funes, ha sido condenado a ocho años de prisión por el Tribunal 5° de Sentencia de San Salvador. La sentencia se emitió tras ser declarado culpable del delito de casos especiales de lavado de dinero y de activos.

La Fiscalía General de la República (FGR) presentó contundentes evidencias que demostraron que Funes favoreció a una empresa constructora guatemalteca, adjudicándole la construcción del puente San Isidro sobre el río Lempa. A cambio de este beneficio, el expresidente recibió una avioneta como dádiva, lo que constituyó un claro acto de corrupción.

Durante el juicio, el tribunal evaluó detalladamente las pruebas presentadas por la fiscalía, incluyendo registros financieros y testimonios que evidenciaron el acto ilícito. La condena de Funes subraya la gravedad del delito y envía un mensaje claro sobre el compromiso de las autoridades salvadoreñas en la lucha contra la corrupción.

El caso de Mauricio Funes ha sido seguido de cerca por la opinión pública y ha generado un amplio debate sobre la integridad y transparencia en la administración pública de El Salvador. La condena marca un precedente significativo en la historia política del país, reafirmando la necesidad de responsabilidad y ética en el ejercicio del poder.

Las autoridades han manifestado que continuarán con las investigaciones para identificar y procesar a otros posibles implicados en actos de corrupción similares, reforzando así su compromiso con la justicia y la legalidad.