Los pandilleros que pusieron de rodilla a todo un país hoy están de rodillas ante el Régimen de excepción que implementa el Gobierno del Presidente Nayib Bukele.

Los que han logrado sortear las cárceles no les ha quedado otra que huir del país hacia destinos como Nicaragua, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos y los que no quieren que se sepan más de ellos a España.

El medio digital Divergencias cita como algunos pandilleros de la MS-13 han pasado en estos últimos años de controlar todo un país a tener miedo de ser deportados porque saben que si los capturan tendrán que ir a parar al CECOT donde la vida se vive a cuestas para aquel que infundió terror y el pánico en toda una nación.

Pone algunos testimonios y reseña las transformaciones de vida de cada pandillero que pasa de la brutalidad para delinquir a andar escondidos o buscando donde guarecerse para no ser descubiertos y quedarse a expensas de las autoridades o del mismo vecino.

Le pasó a El Pinki, un pandillero al que el periódico identifica como un sujeto alto y huesudo y que, tras asaltar a una señora en una colonia de Tapachula, México, recibió una golpiza como reprimenda de otros sujetos vestidos de banda, acompañados del presidente comunal. A Pinki no le quedó otro remedio que esconderse y no volver a cometer otro delito porque la suerte sería peor.

Otro pandillero identificado como el Señor S se esconde en Tapachula, México, junto a su mujer y sus dos hijos. Se esconde ahí con una presencia discreta, lejos del crimen y procurando pasar desapercibido. Ahora su forma de obtener unos centavos ha cambiado de cometer crímenes y otros delitos con la predicación. Para él y para muchos ya la pandilla MS-13 está derrotada y quienes huyen saben que perdieron el control y la vida pende de muchos hilos, ya no de ellos.